El
personaje tiene un sueño extraño. Es una habitación oscura, apenas ingresa una
resolana por una persiana mal cerrada. Una voz de mujer cuenta su historia,
solemne. Cuenta que es la hija del CEO de Marlboro y que salía con el hijo del
CEO de Phillip Morris; pero sus padres no aprobaban el romance de los herederos.
Una especie de Romeo y Julieta de las tabacaleras. La mujer dice que huyó de
todo eso, que no piensa volver. El personaje no entiende quien es ella, ni que
hace ahí con él. No alcanza a reconocerla. Recibe un mensaje de texto; le
anuncia algo terrible, una muerte tal vez, pero no lo dicen, sólo es una
insinuación de una fatalidad. Uno no piensa en esas cosas. No planificás. No estás
creyendo que todo se va a ir a la mierda. No hay plan B, como se dice. Tal vez
porque no fuimos mezquinos, tal vez porque nos entregamos demasiado. Hasta el
punto de desaparecer. De no saber quién era uno y quién era el otro. Bailemos,
dice Eya, me la paso bailando a veces. Las
horas más lindas las pasó contigo, si, no quiero ni pensar si un día me faltes tú,
no quiero ni pensarlo amor… Eya está inquieta, por momentos angustiada, por
momentos cínica, por momentos se ríe a carcajadas, por momentos llora. Todo a
la vez, todo en un cuerpo. Bailemos, dice Eya, me la paso bailando a veces. Tú me acostumbraste, a ser como un niño, no
quiero ni pensar si un día me faltas tú, no quiero ni pensarlo, amor… Quiere
contenerse, ser objetiva, por momentos puede, me doy cuenta en sus ojos cuando
algo le duele, la abrazo, tranquila, contame lo que sea, quiero ocupar el lugar
que me des, me explica. Bailemos, dice Eya, me la paso bailando a veces. Pídeme la luna, te la bajaré, pídeme una
estrella hasta allá me iré, mas nunca me digas no te quiero más, porque esas
palabras me hacen mucho mal… El mundo es un asco, la gente no es sincera,
miente, oculta, necesito que sigas estando, me dice, vemos un fragmento de una película,
de esa película, Eya está harta de todo, por momentos se cansa, le duele la
espalda, pero ya no tiene ataques y quiere construirse a sí misma. Bailemos,
dice Eya, me la paso bailando a veces. Pídeme
la vida y te demostraré, cuanto yo te quise, cuanto te amaré, tú fuiste y has
sido para mí el amor, regalo más lindo que me ha dado Dios…Quiere
completarse, quiere llenar ese vacío, sin depender de otros. Me mira. Esa mirada
me dice Te quiero. Bailemos, dice Eya, me la paso bailando a veces. Quisiera esta noche, tenerte conmigo, amor,
no quiero ni pensar si un día me faltas tú, no quiero ni pensarlo, amor…
No hay comentarios:
Publicar un comentario