domingo, 29 de mayo de 2022

Cosas que pasaron hoy #21

 

Últimamente, no recuerdo casi ningún nombre. Reconozco y hasta puedo describir con algo de facilidad a cualquier persona que trato, ya sea amigo, conocido, vecino, almacenero, o puedo trazar un contorno de todo personaje que aparezca en una serie que esté viendo o libro que esté leyendo, pero no hay manera de que su nombre quede impreso en mi mente. Lo olvido, no lo retengo, escapa de mí por completo. Se acumulan sobre mí ojos, pelos, bocas, orejas, expresiones faciales, vestidos, buzos, camperas, anteojos, sombreros, todo aquello que sirva para distinguir a alguien, pero no sus nombres. Salgo a la calle, entonces, y veo al vecino del bigote negro y pelo desordenado. Lo saludo, le digo capo, maestro, fenómeno o nada, simplemente evito agregar el detalle de su nombre. O ahí va la señora con cara de sapo que vive en la casa azul. O el hombre con forma de guante que siempre tiene una mochila negra. Cuando tengo que hablar de los vecinos con mi pareja, voy pasando en limpio toda una cosmogonía de figuras que solamente yo, y un poco ella, entendemos. Tampoco recuerdo el nombre de mi pareja. Ni siquiera el mío puedo recordar, sólo leyendo el documento puedo mencionarlo. Esto me pasa desde hace un mes, tal vez dos. Comenzó una tarde de otoño cuando el vecino del bigote negro me hizo notar que las hojas no habían caído de los árboles. Levanté mis ojos y noté las copas plagadas de verde, relucientes, como si fuera octubre. Sonreí y traté de hacer un comentario, pero cuando la cara de mi vecino quedó frente a mí, su nombre desapareció. No tuve modo de recordarlo. Es algo extraño, me comentó, ya deberían estar secas las ramas para esta época. Asentí, pero seguía buscando su nombre en mi cabeza. Me fui con la excusa de llegar tarde a algún lado. Caminé hasta la plaza y me detuve. Todos los arboles estaban florecidos, brillaban de pájaros y movimiento. Una leve brisa movía las hojas. El verde pareció salir de ellas y mezclarse en los edificios, en las calles, en los autos, en las personas.

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