viernes, 20 de mayo de 2022

Cosas que pasaron hoy #12

 

Hoy me desperté un rato más tarde porque fue un día diferente. Es que como tocó pasar la jornada de trabajo adentro. El motivo: empezar a capacitarme para ser ventanillero. No sé si quiero serlo, pero es bueno sumar alguna herramienta sobre todo por la situación actual de la empresa. Pasar toda la mañana encerrado, viendo como la gente va y viene, escuchando voces, ruidos, plata, números, papeles, encerrado en un cuadrado de durlock, vidrio y madera, no es lo mío. Más que nada porque estoy acostumbrado a estar en la calle, andar como un pájaro entre los árboles, sin ataduras, siendo mi propio jefe, responsable de mi trabajo, sin estar pendiente de otros tiempos y otras necesidades a la hora de hacer mi tarea. Entiendo que para muchos lo habitual sea tener un jefe encima y no poder organizar a su propio ritmo el trabajo, pero para alguien que hace más de trece años se maneja haciendo un poco lo que quiere es difícil. Hubo alguna sorpresa entre mis compañeros porque no esperaban verme ahí y de hecho no se lo conté a nadie, ni siquiera a Carlos. Alguno me dijo que estaba buscando viejos recuerdos, en referencia a una situación ocurrida hace unos años y que involucró a una mujer y de la cual NO voy a hablar ahora y tal vez nunca. Cosas que hice hoy: imponer encomiendas, despachar cartas documento, entregar tarjetas, subir cosas al sistema, pagar planes sociales, comer dos porciones de pizza. Por lo que tengo entendido, fue un día bastante tranquilo y relajado. Salí con la cabeza quemada y recién ahora pude despejarme un poco. Carlos me pidió que le reseñé su novela para subirlo a la página de su editorial. Voy a ser implacable. Ahora tenemos la despedida de un compañero que se va a vivir a España porque la única salida de este país despoblado es Ezeiza. Vamos a comer y tomar como si no existiera un mañana para descubrir mañana que si lo hubo. René está pidiendo comida, pero todavía no es la hora.

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