sábado, 17 de diciembre de 2016

La Oscura Risa de Todos Estos Meses I

El Periodista de la Redacción ve la notica y no la entiende. No puede ser, se dice, todos sobreseídos, no puede ser, es la mentira más triste de todas. Las letras de molde informaban con cierta sorna el sobreseimiento de los empresarios en la causa de la papelera. Había en la redacción de la nota un halo de burla, las palabras transmitían una arrogancia, un canchereo, el inevitable sentimiento de victoria de quienes se sienten ganadores. Dicen que aquellos que nunca pierden, son incapaces de asumir una derrota; el triunfo es tan natural que les parece inaceptable no obtenerlo. Ahora, ahí se los ve, sacando pecho, como un gallo después de una riña. Él trabaja desde hace muchos años en la redacción del diario de la ciudad; es eso, un trabajo, un medio de subsistencia. Soporta escribir notas con un solapado tono de centroderecha, realizar alguna pequeña operación de prensa para un empresario amigo del dueño, inventar o exagerar alguna información para rellenar espacio. A cambio, recibe una modesta suma con la que paga las cuentas, mantiene a la hija, no mucho más. Se siente con cierta alma de poeta, escribe haikus en su tiempo libre. No sufre ningún remordimiento por su trabajo; cuando era más joven, creía que una ulcera le quemaría el estómago, pero eso no ocurrió. Acepta que no es diferente a otro oficio. Algunos compañeros no lo soportaron, salieron despavoridos en cierto momento. Sobre todo uno. Pero estas cosas lo superan. Es demasiado evidente. Se sumaba al desatino del juez oficialista sobreyendo a los funcionarios beneficiados con el delito investigado. Todo parece una enorme burla, como si el Gobierno se empeñara en mofarse de la gente. Todo esto es un chiste cruel, piensa. A veces, no queda otra que reírse. El celular vibra sobre la mesa. Número Desconocido. Imagina quien puede ser, aunque no que quiere. Atiende.
-¿Seremos parte de los argentinos que dice el Presidente?- dice una voz del otro lado.
El Periodista de la Redacción la reconoce enseguida.
-Reapareciste. ¿Cómo andas, tanto tiempo?
-Bien, creo, ¿vos?
-Igual que siempre- el Periodista esboza una sonrisa- por lo que veo, estuviste poniéndote al día.
-Jajaja, es cierto, quise irme, pero me veo obligado a volver ante tanto dislate, ¿vos podés explicarme quien carajos son “la mayoría de los argentinos”? Debo admitir, eso sí, que es una construcción interesante, porque admite que podría haber argentinos que no están de acuerdo, sin abandonar el terreno de la entelequia.
-Es cierto, no hay que escarbar demasiado para encontrar la evidencia ideológica. Creo que tenías razón, en algún punto, lo que cambió fue el eje del relato.
-Es que siempre va a existir eso, siempre va a haber un enemigo, la cuestión es quien es señalado como tal, aunque cuando escuchas al Protector de los Hombres Rozitchner, te quiera hacer creer lo contrario.
-Es el Foster macrista, pero hay que tomarlo en serio.
-Es a la persona que más tomo en serio de todo el Gobierno, más que a la Pato ToroRico, que piensa que los comentarios en redes sociales pueden voltear un presidente.
-Mientras, sobreseimiento para todos y todas.
-Dicen que la gente tiene que trabajar, que basta de mantener vagos, que la cultura del esfuerzo, tipos que en su puta vida trabajaron, que en su puta vida les salió un callo en la mano por trabajar. Son todos hijos de rico. Hablan de educar al pueblo y son ignorantes. ¿Sabés cuando sospecharon los de la prueba PISA que algo andaba mal? Cuando Macri se puso un 8.
-Ni hablemos de la parte económica, de la cuestión dura y técnica.
-Es que eso es obvio. La cuestión no eran las medidas, que se sabía que iban a tomar, la cuestión es el dispositivo ideológico y discursivo que se construye para que la gente naturalice esas medidas, para que se acostumbre, para que las perciba como inevitables. En una época, alguna gente de la izquierda te decía que eso no iba a pasar, que la gente iba a salir a la calle a defender esos derechos. No funciona así, a la gente la pueden convencer de cualquier cosa. Por eso intento volver, por más estéril que sea, hay que intentar que no se naturalice la mentira.
El Periodista de la Redacción se queda en silencio un momento. Busca un video en You Tube.
-¿Tenes una Pc cerca?
-Sí
-Ahí te paso un video, te va a gustar. Lo de Venezuela es increíble.
-Sí, para Macri, la Justicia funciona según consensos, es similar a lo de Milagro Sala, a la mayoría le parece, entonces está bien. La mayoría es una forma de decir “lo que a mí me parece”. Habla de democracia y derechos humanos y respeto a la libertad, pero en realidad, quienes los violan según él, siempre son los pobres, los negros, los populistas. Eso valores, que son muy importantes, son apropiados por la derecha y vaciados de contenido, es como la palabra honestidad, ¿Cómo carajos dejamos que la derecha se apropiara de la palabra honestidad?
-¿Viste el video?
-Estoy en eso.
La línea queda en silencio durante unos segundos. El Periodista de la Redacción se sonríe, sabe que es un material interesante. Es algo que remite a un hecho cercano en la política argentina, algo que tuvo gran influencia en una elección provincial. Escucha a la voz realizar una interjección de asombro. Luego, suelta una carcajada demencial.

-JAJAJAJJAJAJJAJAJJAJAJAJJAJAJJAJAJJAJAJAJJAJAJJAJAJAJJA.


1 comentario:

  1. Hermoso demencial, me quedé sin palabras.
    creo que es lunes y no puedo pensar mucho.

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