viernes, 19 de agosto de 2016

Cuatro

¿Quién es ese extraño? La mañana es complicada, es viernes, ya es tarde, la tapa dorada del frasco de café se niega a salir (recuerdo el frasco de mermelada), la bicicleta se cae, hoy parece un día de presagios funestos. En la oficina donde trabajo dicen que hay un fantasma; le llaman la Pibita. A veces se escucha su voz a lo lejos, a veces cerca; hay quien afirma que alguna vez estuvo allí, que en verdad existió, yo creo recordarla, pero ya no estoy seguro. No es más que una voz perdida en el durlock. Debería realizar un rejunte de todas las veces que he comparado mi vida con un río, un arroyo, un mar, un océano. Ahora mismo me siento a la deriva, como Ismael después del naufragio del Pequod, tal vez a la espera de esa ola que se cierne sobre mí. Corte, abrupto, vamos a otro lado. La fiesta es a oscuras. Hace falta un escenario así; poca luz, la música retumba, oxidada, distorsionada. Es cumbia, sí, ahora está medio de moda, queda bien, viste. El personaje parado en el medio, la mirada melancólica, entre la oscuridad y un farol ámbar. Un vaso en la mano…me da tanto miedo, esta gran necesidad…imágenes que se cruzan, Eya a su lado, lo mira, me mira, los recuerdos aparecen como un latigazo…de tenerte siempre y quererte más y más…nada puntual, es sólo eso, una mirada, un momento, pequeños pedacitos de vida que se le van cayendo de los bolsillos, juntando trocitos de vidrio del suelo como el martes por la tarde…es un sentimiento muy difícil de explicar…estoy sola, le dice Eya, perdóname, dice, pero soy yo quien ha fallado, quien no puede quererla como antes, Eya contiene el llanto, dice que no puede…si te necesito igual que al agua…el personaje mira a su alrededor y no hay más que frivolidades, oscuros seres que buscan lo evidente, antes le producían alergia esas situaciones, ahora no, ahora ni le interesa…me derrumbaría si me dejaras de amar… una chica le sonríe, ¿Dónde está Eya? Es casi un recuerdo, lo que queda de un recuerdo, que impregna cada cosa alrededor de él, alrededor mío…me harías una herida mortal…hay humo, cerveza en el piso, vasos aplastados, apenas son las tres, apenas es viernes, Eya lo abraza, pero no allí, en otro sitio y hace mucho, y le dice y le llora, todo lo que de vos quisiera es tan poco en el fondo, porque en el fondo es todo…como tú no existen dos…faltan cosas, elementos, para que la escena sea patética, un tipo vomitándose la camisa, una mina borracha a los gritos y chocándose las paredes, tal vez, pero a pesar de esa cámara que parece revolotear alrededor de mí, la vida no es una película de I-Sat, aunque ese filtro sepia, esa música…

Rozitchner dice que el Gobierno es como Batman…JAJAJJAJAJJAJJAJAJAJJAJAJAJJAJAJJAJAJJAJAJAJJAJJAJAJAJJAJAJJAJAJJAJAJAJJAJAJJAJAJJAJAJJAJAJJAJA

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