miércoles, 14 de agosto de 2019

Hay que pegarle al chancho.


Creo que Macri creyó que creeríamos que había que creer en el modelo. Creyó que creeríamos en esta fabula de Los Tres Chanchitos, algo así como guarda que ahí viene el Lobo Feroz, Feroz con F de Fernández, la bestia salvaje y populista que te va a destruir la casa y te va a comer, entonces, como si fuera el chanchito Practico, el tipo nos dice que el como ingeniero y chancho estuvo pensando en asentar las bases y los cimientos para construir una casa que no sea derribada por el soplo populista y demagógico del Lobo Fernández, pero parece que no, no alcanzó y el soplo fue huracán y parece que la simple idea de la vuelta de 678, Jorge Coscia, Moreno, Ricardo Foster, el fútbol pagado con los impuestos de Mirtha Legrand, los derechos humanos de los delincuentes, el gas y la luz y el agua y las naftas despilfarradas, la expropiación de los pooles de siembra, Zamba, el monumento a Juana Azurduy, el latinoamericanismo, las murgas uruguayas, Evita volviendo a brillar en el Ministerio de Trabajo, la Plaza de Mayo llena de negros sudorosos gritando y comiendo chorizos a la pomarola, cocinados en una olla que no pasaría ninguna prueba de bromatología en Wall Street y, sobre todo, que la gente pueda COMER todos los días y cuatro comidas diarias en lo posible y, creo, esto último es lo que más hizo temblar los cimientos de la casa de pajas que construyo Macri, que él y sólo él y tal vez el grupo de chetos del Newman que lo secundan, creyó y creyeron que eran el chanchito Practico, pero no, era el chanchito Flautista o el Violinista, que construyeron algo así nomás, sin preocuparse mucho si se caía o no, siempre y cuando pudieran fugar y fugar y enriquecerse y enriquecerse y cagarse de risa de todxs nosotrxs, que estábamos con la angustia y la desesperación acá, acá, en la garganta y en el pecho y en el corazón, pero todo se voló a la mierda, pero porque, y este es el plot twist, el giro de la trama, de esta historia, el Lobo Feroz es Macri, en una vuelta esquizofrénica nos quiere hacer creer que está de nuestro lado, que nos va a cuidar, que va a levantar el techo donde estaríamos a salvo de esos peronchos corruptos, con olor a barro y a zanja, que se tatúan a Maradona y lloran cuando escuchan hablar a la Jefa de la Banda, pero no, porque el giro es que el chanchito Practico es Alberto que vino a intentar construir algo mejor y a sacarle la máscara al chanchito Violinista para que veamos que es el Lobo Feroz que a la vez es Macri y perdón pido si me enriendo y me confundo porque ya ni sé cuál es la analogía que quiero hacer y se me perdieron y traspapelaron todos los referentes, referencias y referatos del caso, pero lo cierto es que no creímos y uno lo sentía y lo escuchaba en la calle, sin ser sociólogo, ni antropólogo, ni politólogo, ni encuestador, ni nada más que un simple cartero que escucha, sí, escucha, lo que la gente te dice y te comenta y la sensación unánime era que esto no se aguantaba más, no se aguanta más, porque no hay plata, no hay trabajo, hay angustia, hay incertidumbre y así no se puede vivir, no se puede vivir así, porque yo no seré antropólogo, ni sociólogo, ni nada de eso, pero sí creo que la gente no se organizó en sociedad para defender valores democráticos ni nada por el estilo, más bien se organizó para no morir de frío, de hambre, que no se la coman los lobos, para eso nos juntamos y nos toleramos y un poco nos odiamos y un poco nos queremos y si vos como gobierno no garantizas eso no hay ni Comodoro Py ni conglomerado mediático que te salve, porque la gente se da cuenta, al final y en algún punto, que Macri no es el chanchito Practico y voluntarios, ni el fatigoso chanchito Flautista ni el desidioso chanchito Violinista, no, Macri y su gobierno no son inútiles, ni torpes, ni tienen buenas intenciones. No. Este es un gobierno de asesinos. No hay otro modo de definirlos. Es una banda de asesinos. Macri creyó que nunca nos daríamos cuenta de eso. Pero, por suerte, parece que nos dimos cuenta. Y se van, por suerte, se van. Esta pesadilla se termina. Al menos eso quiere creer.